El pasado 16 de Agosto, las fuerzas progresistas del mundo tuvimos que lamentar una nueva agresion a un joven militante. Rafael Andrés González Garnica, militante de la Juventud Comunista Colombiana, fue asesinado por los disparos de dos sicarios, mientras cenaba en compañía de otro camarada, Franklin Medina que logró escapar y se encuentra actualmente en paradero desconocido.
Ambos camaradas, dirigían la administración de un negocio de fotocopiadoras en el municipio en el que militaban, (Cartagena del Chaira, provincia del Caqueta) el cual había sido amenazado en días anteriores con acusaciones relativas a una supuesta reproduccion de propaganda de las FARC-EP. Ademas, como reza el comunicado emitido por la JUCO “Es importante mencionar que el municipio de Cartagena del Chairá se ha convertido en los últimos tiempos en un teatro de operaciones militares generando una verdadera crisis humanitaria por razones de desplazamiento y de violaciones de derechos humanos”.
Asistimos a un nuevo episodio de represión contra la juventud por parte del estado criminal colombiano, el cual lleva décadas utilizando el exterminio sistemático y la desaparición forzosa como una estrategia de Estado para eliminar a las crecientes fuerzas de izquierda y a la oposición democrática en Colombia.
El estado colombiano, dirigido oficialmente por el presidente Juan Manuel Santos, nuevo exponente del Uribismo político, que se caracteriza en lo político-económico por la vinculación sumisa del estado a las grandes oligarquías, terratenientes colombianos y a las mafias del narcotráfico, y cuya mayor expresión es el fomento de la guerra y el armamentismo como medio de prolongar una guerra que no sólo se libra contra las fuerzas revolucionarias de carácter armado, sino que de hecho se dirige fundamentalmente contra la oposición civil política y sindical, dirigida por el Polo Democrático Alternativo, el Partido Comunista Colombiano y las diferentes centrales sindicales. En medio de todo esto el pueblo colombiano es uno de los que sufre mayores índices de pobreza y desigualdad de todo el continente, donde la lacra de la injusticia social genera situaciones explosivas de violencia y fractura social.
Ante estos hechos, la Unión de Juventudes Comunistas de España:
- Condena estos hechos de violencia política ejecutados por el gobierno colombiano a través de sus elementos militares informales, contra la Juventud Comunista Colombiana y las fuerzas progresistas colombianas en su conjunto.
- Expresa su máxima solidaridad y apoyo con la familia del camarada asesinado y con todas/os las/os camaradas de la JUCO, ejemplos vivos de abnegación revolucionaria y sacrificio diario, que en cumplimiento de la consigna de uno de sus recientes congresos (“No renuncian a la revolución ni a la alegría”) continúan combatiendo pese a todas las amenazas.
Hacemos un nuevo llamamiento a toda nuestra militancia y a todas las organizaciones progresistas del estado a denunciar este nuevo crimen contra la juventud y contra el pueblo colombiano
¡POR NUESTROS MUERTOS NI UN MINUTO DE SILENCIO! ¡TODA UNA VIDA DE COMBATE!
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