En primer lugar, en la URSS la edad de jubilación era mucho más baja que en los países capitalistas. Las mujeres se podían jubilar con 55 años de edad siempre que tuvieran 20 años de antigüedad laboral, mientras que los hombres podían jubilarse con 60 años de edad si tenían 25 años de antigüedad laboral. Además había toda una serie de excepciones que permitían adelantar la edad de jubilación: determinados trabajos con riesgo para la salud (mineros), madres con muchos hijos etc. En países capitalistas la edad era mayor: En 1969 la edad de jubilación de la mayoría de países capitalistas era de 65 años, siendo mayor en algunos casos como Irlanda o Noruega donde ascendía a los 70 años.
En segundo lugar, es el estado el que paga directamente las pensiones. Los trabajadores soviéticos no pagan ningún dinero para poder cobrar una pensión cuando les corresponda, mientras que en los países capitalistas los trabajadores deben pagar cada mes una parte de su sueldo a un fondo de pensiones público o privado.
En tercer lugar, la pensión es realmente accesible a todo el mundo. En la URSS no existía el desempleo, todo el mundo podía aprender un oficio y trabajar, con lo que llegar a la antigüedad mínima era bastante fácil.
En cuarto lugar, las personas soviéticas jubiladas no pagaban ningún tipo de impuesto,mientras que en el sistema capitalista las personas jubiladas no están exentas de pagar impuestos directos e indirectos.
En quinto lugar, en la URSS llegar a la edad de jubilación o la propia jubilación no significa una prohibición de trabajar para el individuo. Es decir, si el trabajador quería seguir trabajando podía hacerlo a la vez que cobraba su pensión. Era bastante habitual que el trabajador combinara su pensión con un salario completo o parcial en función de las horas que trabajase. De esta forma, podían trabajar por satisfacción sabiendo que su sustento estaba ya garantizado, aumentando su salud y su moral.
En la actual crisis del capitalismo, podemos ver como el sistema de pensiones está cada vez más amenazado. Las altas tasas de desempleo y la precariedad, hacen que de facto sea bastante complicado acceder a una pensión digna. A la vez, los impuestos asfixian la capacidad de consumo de los pensionistas haciendo aún más ridícula la pensión que cobran. Datos como los señalados en éste artículo jamás verán la luz en canales de televisión o manuales de historia. Los medios de comunicación ocultan permanentemente los logros conseguidos en la URSS para los trabajadores, mientras insisten de forma repetitiva en señalar los errores cometidos.
Fuente "El modo de vida soviético" de Nikolai Efimov
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