La estrategia de tensión llevada a cabo por el sector de la burguesía pro-europea ucraniana, con el apoyo imprescindible de organizaciones fascistas, ha dado su fruto en las últimas horas en forma de golpe de estado tomando el control de la capital del país, Kiev, así como sus instituciones, asumiendo además el papel de las fuerzas de seguridad del estado.
El acuerdo inicial, al que se llegó por la presión de EEUU y la UE tras las sangrientas jornadas de hace unos días provocadas por el intento de asalto al parlamento de las bandas fascistas armadas y financiadas por ellos mismos, ha sido roto aprovechando la debilidad institucional del gobierno.
Lo que subyace tras
este nuevo golpe de estado confirma los análisis de nuestro XII congreso
ratificados en sucesivos informes políticos, donde la actual agenda del
imperialismo esta marcada por la confrontación entre sus distintos
polos, principalmente el eje UE-EEUU, Rusia y China en sus necesidades
de reequilibrar la tasa de ganancia, el dominio de mercados y el control
geoestratégico de amplias zonas del planeta.
Así, en los últimos años hemos vista la ofensiva en Libia, Egipto, Siria, escenario esta última de una victoria política de Rusia frente a los EEUU, pero también en África y América Latina, sobre todo en Venezuela donde también, en una agenda similar, el imperialismo está promoviendo el caos y la inestabilidad. Es precisamente el interés creciente de frenar el avance de Rusia, potencia imperialista en ascenso, lo que ha motivado a los EEUU y a la Unión Europea a fomentar este golpe de estado que asegure su influencia en Ucrania.
El imperialismo ha aprovechado el escenario de pobreza, desempleo y desintegración social que se da en Ucrania y en general en todo el área del este de Europa, tras la victoria de la contrarrevolución en la Unión Soviética, momento en que diferentes oligarquías se hicieron con el control total del país, sometiéndolo a un expolio brutal que ha condenado a la clase trabajadora a la miseria.
Al igual que en Siria, el eje UE-EEUU mientras alega apoyar cambios democráticos y el respeto a los derechos humanos, por otro lado se sirve de fuerzas que nada tienen de democrático, como en este caso la organización nazi Svoboda y otras caracterizadas por su nacionalismo extremo que se reclaman herederas de las organizaciones colaboracionistas a la invasión nazi del año 41, que actúan como vanguardia de las protestas desplegando muestras de organización paramilitar armada, bien equipada, jerarquizada y organizada. Este hecho es especialmente peligroso teniendo en cuenta el ascenso del fascismo que se está dando en varios países de Europa afectados por la crisis capitalista.
Tras la firma del acuerdo, el vacío de poder y usurpación del poder estatal por la oposición pro-europea, estos grupos han aprovechado su nueva posición de poder para desatar el terror fascista, siendo sus principales objetivos la población judía y en especial los comunistas, en escenas que recuerdan al periodo inmediatamente anterior a la II Guerra Mundial. Concretamente el día 21 de febrero fue asaltada e incendiada la sede de nuestra organización hermana, el Partido Comunista de Ucrania y la Unión de la Juventud Comunista de Ucrania. Días antes habían prohibido la existencia del KPU en dos regiones ucranianas donde son mayoría estas organizaciones fascistas.
La velocidad a la que se suceden los eventos, el pronunciamiento público de las regiones del sur y del este (donde hay una hegemonía mayor de la sección pro-rusa de la burguesía ucraniana) de no acatar el golpe y desconocer las medidas del nuevo parlamento hacen que el escenario que se abre sea imprevisible y complejo, sin descartar inclusive el fantasma de una guerra civil.
Lo que sí está claro es que ninguna orientación política y económica dirigida por la oligarquía, sea esta más cercana a los mandatos de la UE-EEUU o Rusia va a traer beneficios para la clase trabajadora ucraniana.
Ante estos hechos, desde la Unión de Juventudes Comunistas de España declaramos:
- Nuestra condena al golpe de estado en curso en Ucrania, fomentado por el eje imperialista EEUU-UE, fundamentalmente esta última, con los gobiernos de Alemania y Francia a la cabeza.
-
Nuestra condena a las organizaciones fascistas que están liderando en las calles el golpe de estado, llevando a cabo acciones violentas contra la clase trabajadora contraria al golpe, en especial a los/as comunistas.
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Nuestra condena a los grandes poderes mediáticos en el estado español que califican el golpe de revolución y a los fascistas de revolucionarios, ocultando la ideología e intenciones reales de estos.
-
Nuestro firme apoyo solidario a nuestros/as camaradas del Partido Comunista de Ucrania y la Unión de la Juventud Comunista de Ucrania ante los ataques fascistas que han sufrido en días recientes.
Ante la
confrontación imperialista que lleva a los pueblos a la miseria, la
destrucción y la guerra, como en este caso en Ucrania, la consigna,
basada en el ejemplo histórico de cómo se comporta el capitalismo en
épocas de crisis, debe ser clara,
¡SOCIALISMO O BARBARIE!
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