Este 14 de abril es el 82 aniversario de la proclamación de la Segunda República Española. La república, que sobrevivió al golpe de Estado de 1936 y resistió los embates del fascismo alzado militarmente durante tres años de guerra, no es para nosotros hoy en día más que un recuerdo.
La juventud no hemos conocido otra cosa que la monarquía de Juan Carlos I. Una monarquía ilegítima, heredera del franquismo y que desde 1975 se ha rodeado de la falta de transparencia y la corrupción.
82 años sin república son demasiados. Y frente a la actual monarquía corrupta, neoliberal, al servicio del gran capital internacional, desde las Juventudes Comunistas proponemos una Tercera República basada en la democracia participativa, con una economía al servicio de la sociedad y anti-imperialista.
No queremos una república en la que la democracia, como en nuestra monarquía, se limite a votar una vez cada cuatro años. No queremos una república en la que el presidente, como nuestro rey, no tenga que dar cuentas de su labor ante el Parlamento. No queremos unos parlamentarios que, lejos de representar a sus electores, representen los intereses de sus partidos, mayoritariamente ligados al capital.
Desde la Juventud Comunista luchamos por una Tercera República con democracia participativa, como vía al socialismo. Una república en cuyo gobierno participen de forma directa los grupos sociales agredidos por el actual modelo de capitalismo neoliberal. Una república en la que el poder lo ejerzan las clases trabajadoras día a día, en las asambleas y en la calle, y no las clases explotadoras desde sus despachos.
Para la Juventud Comunista, esta república no podrá ser mientras se mantenga el sistema económico que más hambre, muerte y miseria ha provocado en este mundo: el capitalismo. La Tercera República deberá tener una economía puesta al servicio de todos y todas y controlada por la sociedad mediante la planificación democrática.
La Tercera República tampoco podrá basarse en la dominación, ni del capitalista sobre el trabajador, ni del heterosexual sobre el homosexual, ni del hombre sobre la mujer. La Tercera República, o será en igualdad, o no será.
Las Juventudes Comunistas creemos, así mismo, que la Tercera República no podrá ser cómplice de la rapiña y la violencia de los grandes países capitalistas sobre los distintos pueblos del mundo. La Tercera República tendrá que basar su política exterior en la igualdad frente a otros pueblos, en la solidaridad, en el respeto al derecho de autodeterminación de las naciones, en el internacionalismo y en la paz. Se opondrá a agresiones imperialistas como la que sufre desde hace medio siglo el pueblo de Cuba o como la que están sufriendo actualmente los pueblos de Palestina o el Sáhara.
En cuanto a la constitución interna de la Tercera República, desde la Juventud Comunista abogamos por una república federal solidaria, en la que todos y todas colaboren para construir el socialismo.
Porque 82 años ya son demasiados,
¡3ª REPÚBLICA YA!
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