En el contexto de la crisis capitalista, el gobierno,
siguiendo las directrices de la Troika y de la Unión Europea , está atacando los derechos de la
clase trabajadora imponiendo brutales planes de austeridad con los que
pretenden hacernos pagar una crisis que no hemos generado.
En el caso de la Educación , no bastaba con recortar el presupuesto
en más de 3200 millones de euros el curso pasado, sino que también sufrimos
el despido de personal docente interino, la disminución de becas y el
recrudecimiento de las condiciones para optar a éstas, el enorme aumento de la
ratio, el cierre de numerosas bibliotecas y la dificultad de cubrir las bajas
del profesorado.
Además, la implantación de la LOMCE , conocida como Ley
Wert, supondrá una elitización bestial de nuestro sistema educativo. Con ella,
el alumnado se verá expuesto a la segregación en función de su capacidad económica, y el
alumnado con dificultades será prácticamente abandonado a su suerte.
La etapa educativa se convierte asimismo en una carrera de
obstáculos debido a las reválidas, que funcionarán como un filtro para impedir
al alumnado acceder a cursos superiores. Igualmente, se promocionará mucho más
el acceso a una FP devaluada, dejando el acceso a bachillerato para un grupo
reducido de estudiantes. Por otra parte, los institutos ofrecerán sólo alguna
modalidad, podránclasificarse y recibirán financiación según resultados, por lo
que entrarán en un círculo vicioso del que es casi imposible salir.
Es decir, se crearán centros de “primera y segunda clase”.
Sumado a todo lo anterior, se eliminarán multitud de asignaturas y muchos de
los servicios actuales serán privatizados.
La educación privada incluso sale
beneficiada, ya que se amplían los conciertos y los centros privados cubrirán
la demanda que antes cubría el sistema público. En conclusión, con la LOMCE y los recortes se está
legislando a favor de ese gran negocio que es sistema privado bajo las
directrices de la
Iglesia Católica.
Todas aquellas personas que no puedan
pagarse una educación privada se arriesgan a ser expulsadas del sistema
educativo o a entrar al mercado laboral con apenas 15 años, trabajando de forma
precaria y en condiciones de explotación. El nivel de formación que recibiremos
se reducirá hasta extremos nunca vistos y el sistema educativo público perderá
su función principal de fuente de cultura. La lógica neoliberal de la
competencia salpica también al ámbito educativo y, con el beneplácito del
gobierno y las instituciones de la Unión Europea , se está imponiendo el “sálvese
quien pueda” o “que sobreviva el más fuerte”.
En la universidad el paisaje es el
mismo, con más de 30000 estudiantes en riesgo de expulsión por no poder pagar las tasas.
Entendemos también que la situación
anteriormente descrita no se encuentra aislada, sino que responde a una
estrategia de la oligarquía para exprimir a la clase trabajadora y arrebatarle
los derechos que tanto sudor y sangre han costado. La sanidad, la vivienda o el
desempleo son problemas dramáticos que a diario nos afectan como consecuencia
de un sistema estructuralmente injusto sustentado en un régimen
antidemocrático. Como juventud combativa no nos resignaremos a la emigración o
al paro y lucharemos por un futuro digno en nuestra tierra.
Desde la Juventud Comunista ,
hacemos un llamamiento al estudiantado a organizarse y
enfrentarse a estos duros ataques del capitalismo que nos están dejando fuera
del sistema educativo y que hacen terriblemente difícil el aprendizaje. Hay que
decir bien alto que no toleraremos una educación exclusiva para ricos y
basada en las proclamas de la Iglesia.
Haz de tu instituto una trinchera por la educación pública,
universal, de calidad y accesible para todos y todas.
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