En este Primero de Mayo, jornada
histórica de la clase obrera, los y las jóvenes nos encontramos ante el
panorama de un capitalismo cada vez más voraz, donde se nos fuerza a
elegir entre desempleo, precariedad y emigración y donde el Gobierno de
la Troika impone unos recortes que pretenden acabar con décadas de
derechos conquistados. Pero también estamos ante un momento de repunte
de las luchas y con la perspectiva de
dar pasos hacia unas posiciones que primero pongan freno a estas
políticas y que después nos permitan avanzar, no sólo recuperando
derechos, sino conquistando nuevos.
Uno de los principales problemas de la juventud en este 1 de Mayo vuelve a ser un desempleo masivo, que afecta a más de la mitad de los y las jóvenes y que nos está forzando cada día más a huir de nuestro país, a abandonar nuestra tierra, para encontrar un trabajo la mayor parte de las veces mal remunerado y no acorde a nuestra formación, y sin perspectivas de regreso a nuestro hogar.
Uno de los principales problemas de la juventud en este 1 de Mayo vuelve a ser un desempleo masivo, que afecta a más de la mitad de los y las jóvenes y que nos está forzando cada día más a huir de nuestro país, a abandonar nuestra tierra, para encontrar un trabajo la mayor parte de las veces mal remunerado y no acorde a nuestra formación, y sin perspectivas de regreso a nuestro hogar.
Por otro lado, los que consiguen encontrar empleo en nuestro país, se ven afectados cada vez más por una precariedad endémica producto del propio modelo productivo de España, y que varias reformas laborales implementadas por el PP y el PSOE han profundizado aún más.
La puesta en marcha de la Garantía Juvenil vuelve a ahondar en la premisa – demostrada falsa cuando entra en contacto con la realidad- de que abaratando el coste de la fuerza de trabajo se crea empleo, mediante el fomento de “contratos de formación”, aumentando la presencia de las Empresas de Trabajo Temporal y reduciendo las cotizaciones de los empresarios. Este grupo de medidas impulsado por la UE y desarrollado aquí por el Gobierno del PP, es un nuevo trasvase de salarios hacia los bolsillos de las empresas, último objetivo de todas las medidas impuestas por los gobiernos de la troika en nuestro país.
A esto hay que sumar la destrucción continuada de los servicios públicos, que perjudica especialmente a los/as jóvenes y que empuja a cada vez más familias hacia la pobreza. En particular, la elitización de la educación y el cada vez más difícil acceso a los estudios para la juventud de clase trabajadora, es una de la principales ataques de un régimen capitalista a la ofensiva.
Sin embargo, a todo esto hay que contraponer una clase obrera cada vez más organizada y con una contundencia cada vez mayor en sus acciones, aunque aún falta mucho por hacer. Por ello, desde la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) hacemos un llamamiento a toda la juventud para que se organice en las empresas, en los centros de estudio y en sus lugares de residencia y para que salga a la calle en las importantes movilizaciones convocadas para esta jornada. Solo a través de la lucha y de la unidad podremos hacer que este Primero de Mayo sea el último de recortes y ataques. Debemos dar un paso adelante, porque ya es hora de empezar a vencer.
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