martes, 11 de enero de 2011

Exigen real justicia en juicio a Posada

«¡Terroristas no!», gritaron los integrantes de la manifestación en las afueras de la Corte, este lunes, cuando comenzaba el juicio contra un criminal que solo es encausado como mentiroso
Los protagonistas de la protesta exigieron que la justicia se imponga sobre Posada Carriles y pidieron la libertad de los Cinco. 


Manifestantes llegados desde diversas ciudades de EE.UU. se congregaron en las afueras de la Corte aquí para señalar a Luis Posada Carriles como terrorista y exigir la libertad de los Cinco.
«¡Terroristas no!», gritaron los integrantes de la manifestación, este lunes, cuando comenzaba el juicio contra un criminal que solo es encausado como mentiroso. En imágenes transmitidas por Telesur, también podían observarse carteles a favor de los cinco cubanos injustamente detenidos en EE.UU. donde se encontraban, precisamente, para evitar actos terroristas contra Cuba como los protagonizados por Posada.
Según reportó El Diario de El Paso, en el acto participaron miembros de la Coalición ANSWER, el Comité Nacional para la Liberación de los Cinco, la Comunidad Universalista Unitaria de El Paso y la Red Nacional sobre Cuba, entre otras organizaciones, y personalidades como el ex fiscal de los Estados Unidos, Ramsey Clark.
En declaraciones al diario, Clark expresó que «Posada Carriles debe estar preso, los estadounidenses deberíamos ponernos de acuerdo y pelear por las cosas justas», y agregó que «los cinco cubanos deben ser liberados, merecen estar afuera, ellos vinieron a prevenir el terrorismo contra su país, porque quieren la paz para su gente».
La estadounidense Suzanne Thompson, integrante del Comité Internacional por la Liberación de los Cinco, narró a El Diario de El Paso que le gritó «asesino» a Posada cuando se tropezó con él en el lobby del hotel Camino Real, donde ambos se hospedan.
También el fin de semana, activistas que simularon la acción de un tribunal denunciaron que Posada sea juzgado por cargos menores de perjurio y fraude y no por su responsabilidad en actos terroristas, señaló PL.
Según el despacho, este lunes autoridades judiciales estadounidenses iniciaron el juicio con la selección del jurado para un proceso calificado de infame e hipócrita.
Voceros del sector informaron que para este martes la Fiscalía Federal de Estados Unidos presentará argumentos contra el sujeto, quien vive en Miami bajo protección oficial, no obstante las pruebas que pesan sobre él por actos de terrorismo.
El director nacional del grupo ANSWER, Brian Becker, acusó a la Casa Blanca de hipocresía por preparar un juicio migratorio a Posada Carriles cuando debía ser juzgado por su historial terrorista.
Algunas fuentes consideran que si Posada tuviera que responder por sus crímenes, otra sería la historia. «Posada tiene mucho que decir y eso es un gran problema para Estados Unidos», aseguró Becker.
Como muestra de su cinismo, en entrevista concedida a la agencia AP, Posada Carriles afirmó que el gobierno de Estados Unidos no intentará ponerlo en la cárcel por mucho tiempo, y dijo esperar que sus conocimientos sobre las intervenciones de Washington en Latinoamérica lo protejan.
A las afueras de la Corte también acudió este lunes un escuálido grupo de 22 miembros de la llamada Junta Patriótica Cubana a manifestarle su sórdido apoyo al connotado terrorista, los cuales se congregaron a escasos metros del grupo que exigía se haga real justicia en este caso.

¿ Quien es Luis Posada Carriles?


Ha sido acusado por los gobiernos de Cuba y Venezuela de terrorista, debido a que estos gobiernos lo señalan como autor intelectual del atentado terrorista al vuelo aéreo 455 de Cubana de Aviación, el 6 de octubre de 1976. También fue el organizador de una serie de atentados con bombas contra hoteles de La Habana en 1997, hecho que reconoció públicamente al año siguiente en una entrevista publicada por el diario estadounidense The New York Times (julio de 1998). Fue miembro del Ejército de los Estados Unidos y funcionario policial de carrera en Venezuela, país donde personas arrestadas por él lo acusan de haber ordenado torturas y de haber asesinado personalmente a varios detenidos por razones políticas.
Fue miembro también de la llamada Operación 40, orquestada por la CIA, con el fin de realizar la frustrada invasión contrarrevolucionaria en Bahía de Cochinos, en 1961.

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