El gobierno al servicio de los
monopolios y la troika está usurpando la democracia al conjunto de la
clase trabajadora al subordinarse a los mandatos de los poderes
económicos, y concretamente en la universidad está robando el futuro a
las jóvenes mediante el aniquilamiento de nuestra formación. Las subidas
de tasas y recortes en becas, junto a la nueva reforma universitaria,
tienen como misión fabricar una universidad que deja a las estudiantes
entre la expulsión y el endeudamiento, y a toda la juventud entre el
paro, la precariedad y el exilio.
La brutal subida de tasas universitarias
(hasta el 100% en algunos territorios), sumado a las restricciones en
la política de becas, ha generado consecuencias sociales dramáticas y
desde 2011 son ya más de 44.000 estudiantes las que han tenido que dejar
sus estudios, en un país en que sólo un 16% de estudiantes recibe algún
tipo de ayuda al estudio.
Debido a la subida de tasas y a los
recortes en becas presentes y futuros –este curso habrá, pese a las
mentiras del gobierno, 6 millones menos para becas– se generaliza el
fenómeno del estudiantado que no puede pagar su matrícula universitaria y
de estudiantes que tienen que recurrir a créditos con entidades
bancarias para continuar sus estudios. Algunas comunidades autónomas ya
han implementado estas becas-préstamo por la que los bancos conceden un
crédito al estudiante, que estará bajo la soga de la deuda al salir de
la universidad.
Junto a ello, tiene lugar un proyecto de
reforma del sistema universitario que amenaza con convertir nuestras
facultades en fábricas de paradas y jóvenes condenadas a la precariedad:
se plantea reducir las carreras universitarias de 4 años –recordemos
que ya en 2010 se bajaron de 5 a 4– a 3 reduciendo y degradando nuestra
formación, cerrar facultades y universidades y suprimir titulaciones,
así como robar la poca democracia que quedaba en las universidades y
hacer que los claustros y juntas sean designados por los gobiernos
autonómicos.
Este es el modelo de universidad que han
acordado el Partido Popular y el Partido Socialista, una universidad
donde la democracia ya no tiene lugar porque se adapta y adapta a sus
estudiantes a una sociedad donde hace ya tiempo que no hay posibilidad
alguna de democracia para la clase obrera.
Frente a ello debemos reclamar desde las
escuelas y facultades que es necesario un proceso constituyente para
conseguir una universidad pública que garantice a todas las jóvenes el
derecho al estudio y unas condiciones dignas para el acceso al mercado
laboral, porque sólo una universidad democrática es garantía de una
sociedad democrática. Es necesario ganar la universidad para transformar
la sociedad, y transformar la sociedad para ganar la universidad.
Por ello la Juventud Comunista llama al
conjunto de estudiantes universitarios a organizarse contra los ataques
del capital, a reclamar una universidad accesible para la clase
trabajadora, a decir bien alto que no toleraremos que nos roben la
universidad y la democracia.
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